Nubes y olas
Madre, los que viven allá arriba, en las nubes, me llaman: ‘Nosotros jugamos desde que despertamos hasta el anochecer’, dicen.
‘Jugamos con el alba de oro y con la luna de plata.’ Yo les pregunto: ‘Pero ¿cómo subiré hasta vosotros?’ Y me contestan: ‘Ven hasta el borde de la tierra, levanta entonces las manos al cielo y te subiremos con las nubes’.
Pero yo les digo: ‘Mi madre me espera en casa, ¿cómo podría dejarla para venir?’ Entonces sonríen y se van flotando.
Pero conozco un juego más bonito que ése.
Yo seré la nube y tú la luna.
Yo cubriré tu rostro con mis dos manos y el techo de nuestra casa será el cielo azul.
Los que viven en las olas me llaman: ‘Nosotros cantamos desde el alba al crepúsculo; avanzamos siempre, siempre, sin saber por donde pasamos.’ Yo les pregunto: ‘Pero, ¿cómo me uniré a vosotros?’ ‘Ven’, dicen, ‘ven hasta la orilla de la playa, cierra los ojos y serás arrebatado por las olas’.
Yo respondo: ‘Pero cuando llega la noche mi madre me quiere a su lado; ¿cómo podría dejarla para venir?’ Entonces sonríen, y se van bailando.
¡Pero yo conozco un juego más divertido que ése! Yo seré las olas y tú una playa lejana.
Yo rodaré, rodaré, y como una ola que se rompe, mi risa rodeará tus rodillas.
Y nadie sabrá, en todo el mundo, dónde estamos tú o yo.
Madre, los que viven allá arriba, en las nubes, me llaman: ‘Nosotros jugamos desde que despertamos hasta el anochecer’, dicen.
‘Jugamos con el alba de oro y con la luna de plata.’ Yo les pregunto: ‘Pero ¿cómo subiré hasta vosotros?’ Y me contestan: ‘Ven hasta el borde de la tierra, levanta entonces las manos al cielo y te subiremos con las nubes’.
Pero yo les digo: ‘Mi madre me espera en casa, ¿cómo podría dejarla para venir?’ Entonces sonríen y se van flotando.
Pero conozco un juego más bonito que ése.
Yo seré la nube y tú la luna.
Yo cubriré tu rostro con mis dos manos y el techo de nuestra casa será el cielo azul.
Los que viven en las olas me llaman: ‘Nosotros cantamos desde el alba al crepúsculo; avanzamos siempre, siempre, sin saber por donde pasamos.’ Yo les pregunto: ‘Pero, ¿cómo me uniré a vosotros?’ ‘Ven’, dicen, ‘ven hasta la orilla de la playa, cierra los ojos y serás arrebatado por las olas’.
Yo respondo: ‘Pero cuando llega la noche mi madre me quiere a su lado; ¿cómo podría dejarla para venir?’ Entonces sonríen, y se van bailando.
¡Pero yo conozco un juego más divertido que ése! Yo seré las olas y tú una playa lejana.
Yo rodaré, rodaré, y como una ola que se rompe, mi risa rodeará tus rodillas.
Y nadie sabrá, en todo el mundo, dónde estamos tú o yo.
1 comentario:
Es muy chulo el paisaje reflejado en el colgante, te ha quedado genial.
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